sábado, 6 de julio de 2013

Matrimonio Judío


Matrimonio Judío

Un conocimiento más profundo de la visión y perspectiva judía sobre el matrimonio puede traer mayor luz y entendimiento a las referencias o ejemplos nupciales que nuestro Maestro hacia en sus parábolas y metáforas. Frases tales “Como ladrón en la noche”, “llevando sus lámparas” toman un significado más claro.

 

Matrimonio Judío 1a Parte

Según la costumbre antigua el matrimonio hebreo se componía de dos partes:

1)      La ceremonia de esponsales o desposorio (el cual se llevaba a cabo un año antes o más, antes de llegar al día de la boda.

2)      La boda en sí.

 

En esta primera parte nos enfocaremos en el desposorio. Este consistía en una reunión entre los familiares del novio y la novia, así como algunos testigos (no miembros de la familia) en dónde el novio le entregaba un anillo de oro u otro artículo de valor a la novia o en su defecto (por falta de recursos) un documento en donde prometía casarse con ella. Era un contrato tan importante como la boda, porque en ese momento se pertenecían mutuamente. Por esa señal (anillo, contrato) ella estaría reservada para él. Aunque el novio y la novia regresaban a sus casas, en aquel día la novia ya era la esposa legítima del novio. Y él partía con la promesa para organizar su vida para casarse, preparar una casa, conseguir un trabajo y juntar los fondos. Por lo tanto desde esta ceremonia los padres eran responsables de asegurarse que la novia fuera virgen de otra manera, ella podría morir apedreada y los padres tendrían que indemnizar al novio.

 

Se acostumbraba entonces que los padres le preparasen a ella una recámara al lado de la casa con una puerta hacia la calle. Mujeres se encargaban de adornar ese cuarto con almohadas y perfumes. La virgen o betulah empezaba una etapa de alimentación especial con afrodisiacos, se bañaba con aceites para suavizar su piel y aloes, para que su cabello brillara, haría todo lo posible por embellecerse esperando al novio.

Ella al observar el calendario y contar los días para que se completase su desposorio, sabía que tenía que estar lista para ser “llevada” en cualquier momento, pero no conocía ni el día exacto ni la hora precisa en que el novio vendría por ella. 

Cuando pensara que el día de la boda se acercaba se vestiría de novia al no saber si su novio vendría por ella ese día o no.

Entonces de repente, como dice el dicho antiguo, el venía como ladrón en la noche… y empezaba la segunda parte: la boda, que se dividía en dos partes también.